Fiel a la naturalidad con la que se ha venido expresando tradicionalmente a cerca de asuntos potencialmente polémicos, la actriz Kathleen Turner no ha dudado en confesar que, a sus 63 años, todavía considera la posibilidad de pasar por el quirófano -al menos una vez más- para someterse a aquellas intervenciones estéticas que considere oportunas y que le ayuden a sentirse mejor con su apariencia.
"Sí, puede que vuelva a operarme en algún momento del futuro. Nunca he estado en contra de ello, en eso he sido siempre sincera, aunque tampoco le doy una importancia excesiva al aspecto físico, ya que nunca ha sido una parte fundamental de mi carrera", ha asegurado la intérprete estadounidense en conversación con el diario The Daily Telegraph.
Aunque la artista se destacó a lo largo de la década de los 80 como una de las estrellas más atractivas del cine comercial -gracias a títulos como 'Tras el corazón verde' (1984) y 'La guerra de los Rose' (1989)-, en los años siguientes tuvo la oportunidad de demostrar con creces que, sin su talento interpretativo y el carisma que proyectaba en pantalla, jamás habría cosechado semejantes niveles de éxito en la meca del cine.
Por otro lado, esa determinación y el afán de superación que tanto le han caracterizado en el plano profesional también llevaron a Kathleen, ya en el año 1992, a negarse a aceptar las previsiones de futuro que aventuraban sus médicos tras serle diagnosticada una artritis severa cuando solo contaba con 38 años de edad.
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"Pensaban que iba a acabar postrada en una silla de ruedas de por vida, y la mera idea de que quizá no podría volver a trabajar me dejó aterrada. Fue algo devastador, pero luché contra ello y, de hecho, creo que jamás he vuelto a sentir tanto miedo como en ese momento", ha aseverado la combativa actriz, quien también disfrutó de una gran popularidad en los 90 al interpretar a la madre transexual del personaje de Chandler Bing en la serie 'Friends'.
Por: Bang Showbiz
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