La supermodelo británica Kate Moss generó este lunes un gran revuelo en el aeropuerto de Bodrum (Turquía) al aparecer en un evidente estado de embriaguez y dispuesta a tomar un vuelo con destino a Londres sin contar para ello con el correspondiente billete.
Lejos de intentar pasar inadvertida en un lugar atestado de turistas y compatriotas, la estrella de las pasarelas no dudó en saludar a todo el mundo, dejarse fotografiar por sus fans y, sobre todo, compartir con sus interlocutores las bondades de las placenteras vacaciones de las que había disfrutado.
Como publica el diario Daily Mail citando a varios testigos de la escena, los excesos de la maniquí no pasaron desapercibidos para los usuarios de la terminal ni para los responsables de la aerolínea EasyJet, a quienes Kate acabó convenciendo de que la permitieran embarcar en la aeronave a pesar del surrealista episodio que estaba protagonizando.
"Entre todos los que nos encontrábamos ahí existía el consenso general de que Kate Moss estaba paseándose borracha por la terminal. La vimos hablar con los empleados de EasyJet, tratando de conseguir un billete gratis para ir a Gatwick. Se fotografió con todo el mundo mientras trataba a duras penas de mantener el equilibrio. Se enfrascó en ruidosas conversaciones y contaba a todo el mundo que había estado depurando su organismo en una especie de centro de rehabilitación", contó un testigo al citado diario.
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Una vez sentada en el avión que la devolvería a su Londres natal, Kate Moss se mantuvo fiel a la actitud extrovertida y despreocupada de la que había hecho gala en la terminal, convirtiendo el vuelo en una experiencia de vida inolvidable para los muchos pasajeros que presenciaron su espontáneo espectáculo.
"No me lo puedo creer, ¡estoy en el mismo avión que Kate Moss! Está borracha y no deja de hablar con todo el mundo", tuiteó una de las sorprendidas viajeras de la conocida aerolínea de bajo coste.
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