Como si no hubiera ido bastante rápido en su meteórica carrera musical y no hubiera llegado lo suficientemente lejos en sus problemas con la justicia estadounidense a sus 20 años, Justin Bieber ahora se ha propuesto otro objetivo: formar una familia con su novia Selena Gomez (22).
La relación intermitente que los dos jóvenes han mantenido durante los últimos cuatro años, que parecía volver a los cauces de la estabilidad hace unas semanas, sería más que suficiente para Justin en su empeño por alcanzar su sueño de ser padre.
"Han fantaseado mucho con la idea y tienen una concepción bastante inmadura de lo que implica tener un niño. Cuando se enamoraron al principio se prometieron el uno al otro que algún día serían padres, y Justin aún dice que quiere que Selena sea la madre de sus hijos, especialmente cuando quiere que esté contenta. Están jugándosela, porque piensan que lo que suceda será porque Dios quiera que sea así", afirmó una fuente a la edición estadounidense de la revista OK!
Sin embargo, la atmósfera que rodea a la pareja podría no ser la más adecuada para educar a un niño, puesto que dentro de su romance no todo es tan bonito como parece.
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"Son muy irresponsables cuando están juntos. Cada vez que empiezan a verse de nuevo, se declaran su amor y hablan como si fueran a estar juntos para siempre. Pero su relación es peligrosamente tóxica, y ellos son los únicos que no se dan cuenta", aseguró otro informante.