El encanto de Julianne Moore no reside únicamente en su melena pelirroja, que también, sino en su innata capacidad para parecer increíblemente a gusto en su propia piel, tanto sobre la alfombra roja como en su día a día. La actriz disfrutó de un paseo por la Gran Manzana vestida con un cómodo vestido túnica estampado, sin olvidarse de proteger su pálida piel del sol con un sombrero de paja y unas gafas de sol. El resultado era un look sencillo, cómodo, y lo mejor de todo, lucido por una sonriente Julianne.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:03 p. m.