Aunque finalmente han sido las complicaciones derivadas de una operación rutinaria de las cuerdas vocales lo que ha acabado con su vida este jueves a los 81 años, la estrella televisiva estadounidense Joan Rivers siempre pensó que la causa de su muerte sería su pasión por la cirugía estética.
"Quiero volver a recurrir al bisturí tan pronto como pueda, pero creo que me tocará esperar al menos un año porque, a esta edad, cuando te anestesian muchas veces ya no vuelves a despertar. ¡Incluso te hacen cruzar los brazos como si ya estuvieras muerto solo por si acaso! Siempre supone una preocupación pensar que a lo mejor no superas la operación, pero es más importante para mí conseguir que hagan bien el trabajo, por encima de mi propia mortalidad: ¡ya he tenido una vida maravillosa!", aseguraba la mordaz humorista recientemente en una entrevista aún sin publicar, según informa el periódico The Sun.
El largo idilio de Joan Rivers con el bisturí nacía, en palabras de la propia presentadora, de su intención de seguir estando "fabulosa" para su audiencia televisiva del talk show 'Fashion Police', incluso si ello suponía pasar por la camilla del quirófano "unas 700 veces". De hecho, Joan disfrutaba contemplando la posibilidad de que una de dichas intervenciones acabara en tragedia, ya que sin duda supondría un repunte de audiencia para su programa.
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"Creo que sería genial morir durante una operación de cirugía estética porque la publicidad haría que 'Fashion Police' se mantuviese en antena para siempre. Además, nadie peguntaría qué edad tenía. Nadie quiere ver una cara vieja en televisión, porque nos recuerda nuestra propia mortalidad. Confío en la cirugía estética para hacer que el espectador se sienta mejor", añadía la malograda artista.
Tras su fallecimiento después de varios días en coma inducido debido al paro cardíaco que sufrío en quirófano, la hija de Joan Rivers, Melissa, ha querido rendir tributo a su madre recordando su pasión por traer alegría al resto del mundo.
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"Para mi madre, la mayor alegría en este mundo era hacer reír a los demás. Aunque ahora parezca difícil, sé que su último deseo habría sido que todos volviéramos a sonreír muy pronto".
El funeral de Joan Rivers tendrá lugar en el templo Emanu-El de Manhattan (Nueva York) este próximo domingo, aunque aún se desconoce la hora y si los numerosos seguidores de la presentadora podrán dar un último adiós a su ídolo.
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