Aunque pocas estrellas han abanderado con tanto orgullo la identidad portorriqueña, con el paso del tiempo Jennifer Lopez ha ido abandonando algunos de los hábitos que adquirió en su Bronx natal -conocido por su influyente comunidad latina- al considerarlos muy perjudiciales para su salud, lo que ahora explica que haya animado a sus antiguos vecinos a que sigan su ejemplo y renuncien a la característica dieta a base de frijoles que sigue gran parte del colectivo boricua.
"En mi caso, crecí comiendo arroz, frijoles y chuletillas de cerdo que aparecían en la mesa a todas horas. Lo cierto es que aprender a comer sano y a seguir una dieta basada principalmente en las verduras me asustaba, pero ahora sé que merece la pena", aseguró este domingo durante un evento que -celebrado en su multicultural vecindario- abogaba por los beneficios de una infancia activa y saludable.
Aunque siempre se ha erigido como uno de los grandes referentes de belleza para las mujeres latinas, la estrella de 44 años nunca ha escondido los sacrificios a los que debe someterse para mantener intacta su curvilínea figura, entre los que destaca haber tenido que renunciar a los alimentos tan calóricos de los que solía disfrutar durante su infancia.
No obstante, que su dieta diaria se limite ahora al consumo de cereales, fruta, verdura y, de forma excepcional, algunas porciones de carne, ha dejado de suponer un calvario para la artista gracias al cúmulo de satisfacciones que le ha brindado en el plano físico.
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"Lo único que supone es convertir las frutas, verduras y cereales en los protagonistas de nuestra alimentación. Tampoco resulta una tarea imposible o especialmente dolorosa", aseguró sobre el reciente régimen vegano que siguió durante 22 días, una dieta a la que ahora se acoge de forma parcial.
La diva del Bronx parece haber encontrado refugio en las calles que la vieron crecer ante el continuo bombardeo de rumores sobre la supuesta infidelidad cometida por su pareja, el bailarín Casper Smart, quien habría mantenido una aventura sentimental con la modelo transexual Sofie Vissa. Desde que se hiciera pública la noticia, la pareja se ha mostrado como un frente unido ante los medios de comunicación, pero ahora la cantante ha dejado entrever con su solitario regreso al hogar que extraña aquellos tiempos en los que no tenía que lidiar con semejantes especulaciones.
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"Me encantan los domingos en el Bronx, todo el mundo duerme hasta tarde y después acuden a misa. Eso es algo que echo mucho de menos", confesó Jennifer.