Aunque disfruta de una fama y reconocimiento planetarios, cuando se trata de asuntos del corazón el cantante Enrique Iglesias saca a relucir una inseguridad que no parece corresponder al carisma que despliega en lo alto de un escenario, sobre todo al afirmar que todavía sigue sin comprender cómo pudo enamorar a su espectacular novia, la extenista Anna Kournikova, tras 12 años de idílica relación sentimental.
"Es la chica más maravillosa del mundo. Sinceramente, no tengo ni idea de cómo pude conseguir que se enamorara de mí. Ni siquiera soy una persona romántica, porque solo consigo expresarme a través de mis canciones. Por lo general, sueles escribir cosas que no tienes el valor de decir a la cara", confesó el cantante al periódico Daily Star.
Lo cierto es que, pese a que una boda no se encuentra entre sus planes de futuro, Enrique no tiene ninguna duda de que la espectacular deportista rusa es la mujer perfecta para él, principalmente por la actitud tan comprensiva que siempre ha demostrado a la hora de lidiar con los inconvenientes derivados de la carrera musical de su pareja.
"Lo bueno de Anna es que encuentra divertido mi estúpido sentido del humor y entiende de verdad quién soy, hasta el punto de que está dispuesta a sacrificar el tiempo que puede compartir conmigo para dejarme componer mi música. Es un sacrificio inmenso, y la respeto muchísimo por ello", aseguró el hijo de Julio Iglesias.
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La buena química que mantiene con Anna Kournikova se debe, en gran parte, a la mentalidad abierta que Enrique mantiene en lo relacionado con el atractivo físico, ya que dejando de lado que es uno de los mejores representantes del carácter apasionado de los latinos, el artista está convencido de que la comunidad hispanohablante no tiene un mayor magnetismo sexual que cualquier otra.
"Los latinos no son más sexis, de ninguna manera. Eso es un estereotipo. He conocido a mujeres británicas que son más apasionadas que las españolas, y viceversa. Hay personas ardientes a lo largo y ancho del mundo", concluyó.
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