Aunque la actriz Emma Stone ha trabajado ya con muchas de las grandes personalidades de la industria cinematográfica, aún continúa emocionándose hasta llegar a las lágrimas cuando conoce a otras estrellas de la gran pantalla.
"Me siento fascinada por la mayor parte de la gente; me dejan deslumbrada. He llorado frente a Sheryl Crow, Lorne Michaels y Tom Hanks, aunque él no me vio porque me di la vuelta rápidamente", aseguró durante su paso por el programa 'Jimmy Kimmel Live'.
Sin duda, esta faceta de la actriz, de 25 años, resulta muy cómica a sus compañeros ya que ella misma asegura que el equipo de la película 'Zombieland' encontró hilarante su reacción el primer día de rodaje, cuando Bill Murray apareció en el estudio.
"No lloré delante de Bill Murray pero estaba alucinando en el coche el primer día que vino al set. Tuve una crisis y Woody Harrelson pensó que era la cosa más ridícula que había visto nunca. Me imagino que él simplemente creyó que era muy divertido que yo estuviera como: '¡Va a venir Bill Murray!'. Y que luego cuando se me acercó le dijese simplemente: 'Hola Bill. Es genial que estés aquí. Hace calor, ¿verdad?'", explicó.
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Posteriormente Emma tuvo la oportunidad de tratar más a Murray, cuando ambos coincidieron en un proyecto -todavía sin título- del director Cameron Crowe que les llevó a vivir a solo tres casas de distancia el uno del otro durante su estancia en Hawái.
"Hemos llegado a conocernos mejor... Fue mi vecino durante una temporada, algo increíble. Es el hombre más generoso posible. No me encontraba muy bien mientras él estaba por allí... Me hizo café y me regaló un sombrero-paraguas porque es realmente dulce y yo soy muy pálida. Le preocupaba que me quemase con el sol", declaró.
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