La actriz Emma Roberts (23) se sentía tan mal durante su adolescencia por las burlas que suscitaba su piel pálida, que no dudó en utilizar un autobronceador para lograr un moreno instantáneo y poder acudir así al baile de graduación de unos amigos, una decisión que terminó siendo un desastre.
"Compré un autobronceador muy malo, porque la gente solía hacer bromas con mi palidez. Pensé: 'Voy a usar un spray autobronceador y tendré un color muy glamuroso', pero en realidad daba la impresión de que me había estado revolcando en el barro. Fue muy divertido", señaló a James Franco durante una entrevista para la revista V.
La intérprete estadounidense no tuvo muchas ocasiones para asistir a eventos escolares como ese, ya que fue educada a domicilio.
"Hice mis estudios en casa, por lo que no tuve una verdadera experiencia de instituto", apuntó.
Publicidad
A pesar de venir de una familia de actores, la intérprete admitía recientemente que sus padres no querían que se dedicara a la interpretación.
"Mi madre no quería que actuara tan joven. Cuando vienes de una familia que se dedica a esta industria, ellos siempre te dicen: '¡Sé doctora! ¡O abogada!', pero siempre terminamos por querer ser actores", explicaba a la edición canadiense de la revista ELLE.
Publicidad
Ni siquiera recibía consejos de su tía, la actriz Julia Roberts, ya que también creía que su interés por actuar era solo un capricho pasajero.
"Nadie me decía nada sobre la profesión porque creían que se me pasaría pronto. ¡Pero sigo dedicándome a ello!", añadió.