El cantanteElton John podría presumir a día de hoy de la fortaleza que ha venido exhibiendo en años recientes al haber superado crisis médicas tan graves como la que, hace solo unos años, le obligó a someterse a una operación de urgencia para extraerle el apéndice después de que este se inflamara en exceso por su negativa a cancelar sus conciertos y tratarse antes del problema.
Sin embargo, y en el marco de un acto honorífico de la Universidad de Harvard en el que se le galardonó por su incesante lucha en la prevención y erradicación del Sida, el veterano músico prefirió sacar a relucir sus vulnerabilidades y, sobre todo, analizar desde un punto de vista muy crítico el que sin duda fue uno de los períodos más convulsos de su vida: el que le llevó, allá por la década de los 80, a desarrollar una destructiva adicción a los estupefacientes y a la bebida.
"Mi pasión y mi compromiso por la música me abrieron un sinfín de puertas y me ayudaron a alcanzar cosas inimaginables en la vida. Pero tan pronto como llegué a la cima, esa felicidad se volvió algo ilusoria y la oscuridad empezó a apropiarse de mí. Sentí que casi había perdido mi humanidad por culpa de un aluvión de drogas, alcohol y desórdenes alimenticios", reveló ante la atenta mirada de un nutrido grupo de estudiantes y profesores de la institución.
El artista no ha tenido reparo alguno en aprovechar su intervención para prevenir a los más jóvenes sobre los nocivos efectos que se desprenden de un coqueteo excesivo con determinadas sustancias, que en su caso no solo acabaron por transformarle en un "monstruo" de cara al comportamiento que exhibía delante de sus allegados, sino que además le situaron en una posición de riesgo adicional debido a la rapidez con la que en esos años empezó a expandirse el Sida.
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"Durante esa etapa en la que tuve que enfrentarme a tantos problemas, fue cuando también surgió la enfermedad que posteriormente se convertiría en toda una epidemia, la del Sida. Perdí muchos amigos en esta época y, sinceramente, a mí también me podría haber ocurrido lo mismo por culpa de las adicciones que tenía. Las drogas me convirtieron en un auténtico monstruo", explicó durante la misma intervención para, a continuación, concluir con una nota más positiva sobre el poder de la voluntad y el afán de superación.
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"La misión que me marco a día de hoy es la de ayudar a otras personas a abrazar su propia humanidad y la de los demás, que es la fuerza más poderosa y positiva en el mundo entero. A lo largo de mi carrera y de mi trabajo humanitario, he visto cómo la gente puede unirse en torno a la lucha contra las adversidades. Cuando tratamos a los demás con amabilidad y bondad, ocurren cosas maravillosas", manifestó el aclamado artista, quien lleva casi 30 años de satisfactoria sobriedad.
Por: Bang Showbiz