La actriz Drew Barrymore -madre de las pequeñas Olive (2) y Frankie (7 meses), fruto de su matrimonio con Will Kopelman- no tiene ninguna prisa a la hora de adelgazar los kilos extras que adquirió durante su embarazo, aunque no puede evitar sentirse algo frustrada cuando escucha a las mujeres que afirman que fueron capaces de volver a estar en forma al poco tiempo de dar a luz.
"Si un embarazo conlleva nueve meses de gestación, lo lógico es que se necesitaran otros nueves meses para volver a estar en forma. A mí lo que me apetecía era tomar fettuccini alfredo, no levantar pesas. Yo estaba en plan 'no me cuentes lo fabulosa que eres y lo rápido que lograste quitarte los kilos de más'. Esa no fue mi experiencia. Yo estoy teniendo que matarme para intentar perder algo", reveló la actriz a la revista People.
Asimismo, la intérprete de 39 años admitió que en ocasiones los malabares que tiene que hacer para atender las necesidades de sus dos hijas resultan excesivos.
"Es un balance continuo sobre quién recibe mi atención, una cuerda floja constante. Pero a su vez es un viaje maravilloso e increíble el criar a dos niños que se quieren tanto", añadió.
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La actriz está encantada de ser madre, tanto es así que no duda en afirmar que la familia es la "fuerza motora" que se esconde tras todo lo que hace.
"Es increíble. Es la fuerza motora que dirige el modo en que vivo mi vida", señaló.
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