La crisis de identidad que experimentó la cantante Britney Spears en el año 2007 -una etapa definida por constantes escándalos y un errático comportamiento- no solo puso en peligro su envidiable carrera profesional en el plano artístico , sino que también le hizo sentir que se estaba alejando irremediablemente de sus leales seguidores, según revela la propia artista en su documental 'I Am Britney Jean'.
"Entre 2007 y 2008 pasé por uno de los momentos más duros de mi carrera. Fue una etapa muy confusa porque no tenía nada claro quién era y qué quería hacer. Creo que me vi superada por la fama y por la competitividad del mundo de la música
, porque siempre he sido una persona muy tímida. Lo peor de todo es que me sentí muy alejada de mis fans, pero con el paso del tiempo su apoyo fue vital para que volviera con energía y con las ideas claras", confiesa Britney en un momento de la grabación.
La inestabilidad emocional
que proyectó durante esa época y los rumores sobre una intensa adicción a las drogas explican que la intérprete todavía siga balo la tutela de su padre Jamie, una circunstancia que Britney justifica con la gran presión y el estrés a los que estaba sometida durante los años más oscuros de su vida.
"Reconozco que me afectó mucho la presión. La verdad es que nunca sabes cómo vas a reaccionar cuando estás bajo la mirada de todo el mundo. Cuando me siento así procuro no mostrar lo que pienso ni cómo estoy. Creo que con los años he aprendido de mi experiencia y ahora sé sobrellevarla con más naturalidad", asegura la artista en otro fragmento del documental.
Fuente: Bang Showbiz