El extenista Boris Becker está encantado con su "maravillosa" hija Anna, de 15 años, pero lamenta enormemente la forma en que fue concebida, en un breve encuentro con su madre, la modelo Angela Ermakova, en el restaurante londinense Nobu. Becker -quien niega que ese encuentro tuviera lugar en el cuarto de las escobas del local- sabe que todo el revuelo que ocasionó la noticia "aceleró" el final de su matrimonio con su primera mujer, Barbara.
En un extracto de su nuevo libro 'Boris Becker's Wimbledon', obtenido por el periódico Daily Mirror, el exdeportista afirma: "Estaba mucho en las primeras páginas y no lo suficiente en las últimas. Eso aceleró el final de mi matrimonio con Barbara. Habría pasado de igual manera porque estábamos teniendo problemas, pero mientras la historia llenaba los medios, yo ganaba una hija, una maravillosa mujer joven a la que he querido desde el día en que nació y a la que sigo queriendo. Me avergonzaba y estaba triste por cómo había ocurrido todo, y por cómo rompió mi familia. Nos obligó a la madre de Anna y a mí a ser padres sin que tuviéramos una relación en la que apoyarnos".
Becker -quien también es padre de Noah (21) y Elias (15) con Barbara, y de Amadeus (5) con su actual mujer, Lilly Kerssenberg- tiene ahora una "cómoda" relación con Anna y su madre, aunque le gustaría ver a la adolescente más a menudo.
"Tengo ahora una relación muy cómoda con ella y con su madre. Pacífica y familiar. No veo a Anna tanto como me gustaría, pero su madre y yo estamos esforzándonos para ser una familia separada normal, lo que no ha sido fácil considerando nuestro punto de partida. Nos hemos peleado. Tenemos distintos orígenes familiares, tenemos diferentes valores y diferentes puntos de vista sobre cómo educar; pero respeto mucho el hecho de que sea la madre de mi hija. Toda la situación ha sido muy emotiva y los dos hemos dicho y hecho cosas que, en perspectiva, quizás no deberíamos haber hecho", explica en el libro.
Publicidad
Por: Bang Showbiz
Publicidad