El actor Al Pacino vive ya más de cincuenta años bajo la atenta mirada de la prensa y de todo aquel con el que se cruza por la calle, pero aunque esto le haya parecido por momentos una intromisión en su intimidad, reconoce que en el fondo le gusta.
"Puedo ir a cualquier lado y son muy amigables allá donde vaya. ¿Por qué iba a renunciar a eso? He tenido muchos años de anonimato. He visto el otro lado de las cosas y estoy agradecido por ello. Creo que la fama es solo otra parte de la vida y he crecido acostumbrándome a ella", asegura el intérprete de 75 años en la revista ShortList.
Con su brillante sentido del humor, Pacino recuerda el momento en que una mujer, en plena calle, creyó que estaba presumiendo de quién era.
"Solía jugar al paddle para mantenerme en forma. Te hablo de hace unos 20 años. Jugaba dobles y todos los jugadores llevaban su apellido en el pecho. Yo tenía mi nombre en mi camiseta negra: PACINO. Un día, saliendo de casa en Los Ángeles, iba andando con dirección a un partido y una mujer de mediana edad con un perro vio mi camiseta y me miró y me dijo: 'Oh, ¡porrr favorrr!".
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