Mabel no está dispuesta a perder a Felicito ahora que está más pendiente de ella por culpa de Gertrudis, por esto decide sorprenderlo con una cena en su empresa y pedirle que le dé una segunda oportunidad al amor que se tenían.
Felicito se pone nervioso y no sabe qué responder, pero parece que el beso de Mabel le da todas las respuestas que necesitaba.