Muchos podrán pensar que Patricia está loca, pues decidió renunciar a su trabajo en el momento justo que su familia atraviesa una difícil situación económica. La joven artista sueña en grande y está dispuesta a dejarlo todo para convertirse en una gran cantante de vallenato.
Con valentía, positivismo y mucho talento, Patricia y sus dos grandes amigas iniciaron su aventura por el vallenato de la mano de dos hombres muy importantes en su carrera: Ricardo Cabello y Héctor Méndez.