Tras cancelar en 2012 su matrimonio con la cantante Katy Perry, Russell Brand volvió a encontrar la estabilidad sentimental hace un año junto a su actual prometida, Laura Gallacher , con quien ahora espera su primer hijo. La perspectiva de estrenarse en la paternidad tiene inmensamente emocionado al humorista, que está tratando de documentarse todo lo posible sobre lo que implica tan importante responsabilidad para estar así preparado ante los retos futuros.
"Me siento como en una nube. Tengo muchas ganas de convertirme en padre y me estoy preparando para la tarea. Estoy a punto de tener en mi vida a una nueva personita a la que tendré que cuidar", aseguró al periódico Evening Standard, donde bromeó acerca de no querer conocer el sexo del bebé hasta el nacimiento. "¡Puede que nunca quiera mirar para descubrirlo!".
Aunque el británico es incapaz de callarse frente a las cámaras, en la intimidad de su hogar es su pareja quien tiene la última palabra en todas las cuestiones relacionadas con los preparativos para la llegada del bebé.
"Laura es la que está decorando la habitación del bebé. En los temas domésticos, mi opinión es secundaria... O al menos mi voto como hombre, por lo que siempre espero a que ella tome la decisión", explica.
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La impresionante reconversión del humorista en un tranquilo hombre de familia le ha llevado a dejar atrás no solo sus ya superadas adicciones, sino también su ajetreada vida en el corazón de Londres para mudarse a la pequeña localidad de Henley-on-Thames.
"Es un sitio muy tranquilo. Hay muchas gallinas y ponen algunos huevos. Soy el típico idi*ta de pueblo, cuidando del ganado. Hay un conflicto constante entre los impulsos primarios: el deseo de procrear, de sobrevivir y de tener un cierto estatus social. Pero ya no soy un crédulo a la hora de evaluar qué da realmente la felicidad. Soy mucho más feliz durante el día al ver a una o dos personas y unas pocas gallinas, es una buena forma de vida", se confiesa el también actor.
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