Aunque siempre busques mejorarte a ti mismo y para lograrlo, entrenas religiosamente si no consigues los resultados esperados, estos podrían ser los motivos.
Dieta insuficiente: La comida es la materia prima con la que se formarán tus músculos. A mayor esfuerzo más calorías, proteínas y carbohidratos debes consumir.
Ejercitas sin energías: Si ya estas cansado cuando vas al gimnasio, no entrenas con la intensidad necesario para fortalecer. Al igual que si haces ejercicio con el estómago vacío provocarás que tus músculos se consuman ante la falta de otra fuente de energía.
No descansas bien: En preparación para más entrenamiento sin el reposo necesario para reponerse, tus músculos nunca crecerán. Sigue estos consejos y así podrás ver los resultados esperados.
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