La actriz Taraji P. Henson no tiene reparo alguno a la hora de confesar que está deseosa de encontrar un compañero sentimental con el que protagonizar una sólida relación cuyos pilares sean la sinceridad y la confianza plenas, sobre todo porque le gustaría que su hijo Marcell (fruto de su matrimonio con William Johnson, su amor de instituto que fue asesinado en 2003) tuviera un ejemplo claro del papel fundamental que el amor juega en la vida.
"Si me fuera a casar tendría que ser por amor, porque querría que Marcell viera esa clase de amor real, el tipo de amor al que yo aspiro. Esa pareja encorvada que se sigue cogiendo de la mano. Sé que esa clase de amor existe y no voy a parar hasta que yo también lo consiga", comentó la actriz a la revista Redbook.
Tras la muerte del padre de Marcell, la intérprete ha tenido que hacer frente a la maternidad en solitario, una circunstancia que a pesar de haber llevado con éxito no le ha resultado nada fácil y no le desearía ni a su "peor enemigo".
"Depende de lo que las mujeres consideren éxito. Creo que intentamos hacer siempre lo mejor. Y sí, podemos hacerlo todo, pero yo no le desearía ni a mi peor enemigo ser madre soltera. No es algo fácil", comentó la actriz al reflexionar sobre las dificultades que entraña para ella compaginar la maternidad con una carrera interpretativa.
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Lejos de ser una madre sobreprotectora como consecuencia de haber tenido que asumir ella sola el cuidado de su hijo, la intérprete ha tratado siempre de que Marcell contara con la suficiente autonomía para que, en el futuro, pudiera resolver sus problemas por sí mismo.
"Creo que en estos tiempos protegemos en exceso a nuestros hijos y los aislamos de la realidad, cuando deberíamos abrirles las puertas y enseñarles que vivimos en un mundo que no es siempre justo y moral. A veces los protegemos tanto, que cuando algo no va bien en sus vidas no están preparados para lidiar con la adversidad. No creo que así les hagamos un gran favor".
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La artista afronta ahora con orgullo y tranquilidad los 46 años que cumplirá este domingo, y no se preocupa demasiado por el paso del tiempo.
"He crecido viendo a las mujeres de mi familia enfrentarse al envejecimiento y creo que es algo sano. Tendrías que ver a mi abuela: tiene 92 años, está genial, sigue viajando y teniendo citas con hombres más jóvenes. Tengo 46 años y estoy orgullosa. Los hombres no mienten sobre su edad, ¿por qué deberíamos hacerlo las mujeres?", reclamó.
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