"Ya me dieron permiso de comer bocadillo y desde que me hice el 'bypass' ya no me tengo que aplicar ni una dosis de insulina", afirma Fabiola, feliz por estar estrenando nuevo metabolismo desde el pasado 3 de junio.
"En un mes y 6 días bajé 26 kilos, la ropa me queda volando y cada vez que me le aparezco al sastre para que le coja de cintura a los pantalones. Le provoca cerrarme la puerta en la cara de tantas veces que lo he molestado con el mismo cuento", dice la humorista.
La operación tenía como objetivo, más que bajar de peso, erradicar la diabetes. Para ello llegó a un acuerdo con el médico para quedar con un peso ideal de 85 kilos. Ahora pesa 100 y sigue bajando.
Aunque el estómago no le quedó como nomalmente se lo deja la gente (según ella, "es como del tamaño de un huevo duro", ella puede bajar de peso y a su vez darse uno que otro gustico.
Fabiola sigue al pie de la letra la dieta especialmente diseñada por su nutricionista para que su nuevo estómago se termine de adaptar a todos los alimentos. "Comencé con papillas y compotas como un bebé, pero ahora puedo comer de todo, aunque en pocas cantidades. Eso sí, la recomendación más estricta es que debo masticar 35 veces cada alimento para facilitar la digestión".
Indudablemente lo que hace más feliz a Fabiola después de esta "cirugía de vida", como ella le llama, ha sido dejar de lado las cinco inyecciones de insulina diarias que se aplicaba en el ombligo y más de 10 pastillas medicadas que tomaba para poder vivir.
"Si antes era feliz, ahora lo soy mil veces más, mejor dicho cuando termine el tratamiento me voy a desnudar para la revista Playboy". Hay que esperar a ver si cumple su promesa.
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