Lorna Cepeda se transformó en Olga Tañón
No duerme sola.
Yadira Jiménez, su mamá, le vela el sueño. "Es la foto del portarretratos. La encontró mi hermana Angie, y sacó copias para las tres hijas", cuenta Lorna. A la izquierda, está otra fotografía junto a sus tres hijos Daniela, Nataniel y Mariano. También hay un rosario, recién traído de la basílica del Señor de los Milagros, de Buga, y una cruz de su custodio mayor, san Benedicto, o san Benito, como también lo llaman.Lorna Cepeda comparte las '10 reglas para no matar al marido'
"Es muy poderosa. Me la regaló un sacerdote en Bogotá hace 16 años y, sin duda, es mi mayor protector. Siempre está en mi habitación y cargo una medallita conmigo a donde voy".
Su pelo alborotado delata su irreverencia, al igual que otro par de objetos sobre su mesa: un humectante de labios rojo y paquetes de galguerías, pese a la dieta que intenta emprender cada día, pero quizás su rasgo más marcado y menos evidente es su espiritualidad. Asegura que orar la llena de paz y le permite tener los más dulces sueños siempre".
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