Además, sufre un trastorno afectivo bipolar con paranoia con el que ha tenido que lidiar desde muy pequeña Aída Victoria. La joven asegura que el empresario barranquillero mantiene una relación amorosa con Aída Merlano desde hace décadas, pero que no se ha oficializado por resistencia de la élite de la ciudad.
Aunque mantiene a flor de piel el dolor por el abandono de años de su madre, asevera con total seguridad que si la excongresista Merlano la intentare ubicar, lo evitaría a toda costa pues de lo contrario sería entregarla a las autoridades.