Además de haberse destacado en los últimos años por ser una de las intérpretes más rentables y demandadas de la gran pantalla, protagonizando franquicias de ciencia ficción tan exitosas como 'Star Trek' o 'Guardianes de la Galaxia', la actriz Zoe Saldaña ha venido haciendo uso de su creciente popularidad para concienciar a la opinión pública sobre causas tan importantes como la de promover una relación con el medio ambiente más respetuosa y sostenible.
Tanto es así, que la estrella de origen dominicano no ha dudado en aprovechar la curiosidad que siempre ha suscitado su innegable belleza y la excelente forma física que luce a sus 38 años para ofrecer algunos consejos sobre alimentación y, de paso, hacer un potente alegato sobre la necesidad de consumir alimentos frescos y de producción local, tal y como hace ella desde aquellos tiempos en los que vivía en el país natal de su abuela.
"Parte de mi infancia la pasé en República Dominicana y recuerdo perfectamente que teníamos otra concepción de la alimentación. Mi abuela solía cultivar sus propias especias en el jardín y nos gustaba comer marisco que hubiera sido cogido esa misma mañana. La vida allí era más sencilla y mucho más saludable. Lo importante para mí no es tanto comer ligero sino ingerir productos frescos. Me gusta que la comida sea fresca, suelo evitar los productos enlatados o que vengan en plástico", explica en el nuevo número de la revista Shape.
Al mismo tiempo, la estrella de Hollywood y su marido, el artista italiano Marco Perego, con el que tiene a los gemelos Cy y Bowie (2), así como al pequeño Zen (tres meses), se han embarcado en un proceso de conversión gradual al vegetarianismo que, además de explicarse por los positivos efectos que se desprenden de este tipo de dietas, parece ser concebido como una especie de protesta a los excesos cometidos por las industrias cárnicas.
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"Estamos empezando a movernos en dirección hacia un estilo de vida vegetariano, porque la sociedad de hoy en día tiene una forma de producir y consumir carne disfuncional, violenta y errónea. Sinceramente, si tengo que pagar más por comer mejor, pues lo haré y gestionaré mejor mi presupuesto. Por ejemplo, prefiero comer chocolate negro con bayas de Goji que el chocolate con leche lleno de grasas saturadas que venden en el supermercado", asegura en la entrevista.
Aunque demuestra ser una mujer metódica y cuidadosa con respecto al tipo de alimentos que ingiere, la afamada intérprete reniega de las dietas inflexibles y de aquellas rutinas espartanas de ejercicio físico que, a su juicio, son completamente innecesarias si uno se adhiere a unas sencillas reglas básicas.
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"Entre los viajes, las reuniones y los rodajes, tengo la agenda apretadísima, pero aun así trato de ejercitarme unas tres veces por semana. No creo, sin embargo, en machacarme en una máquina durante 30 minutos. Si hago demasiado cardio, luego voy a estar arrastrando los pies de cansancio el resto del día. Y como no puedo entrenar con demasiada regularidad, trato de compensarlo comiendo de forma saludable. Pero no creo en dietas ni me privo de nada siempre que coma de forma equilibrada. Si tienes hábitos saludables, puedes hacer ejercicio jugando con tus hijos, paseando por el barrio o simplemente cambiando pañales", se sincera.