La joven actriz Zoe Kravitz -hija del roquero Lenny Kravitz y la intérprete Lisa Bonet- reconoce que los trastornos alimenticios que sufrió durante su adolescencia fueron en gran parte consecuencia de la presión que sentía por ser perfecta, especialmente teniendo unos padres tan atractivos como los suyos.
"Mi madre es una mujer preciosa y creo que, de alguna manera, lograba intimidarme en ocasiones. Todo el mundo se ve a sí mismo de una manera rara y oscura. En el caso de mi madre, cuando la gente la conoce nunca sabe cómo comportarse, pero ella no se da cuenta de lo increíble que es. O de cómo la ve el resto del mundo. Y mi padre ha salido con un montón de supermodelos", explica la intérprete en el número de abril/mayo de la revista Complex.
Los problemas de salud de Zoe comenzaron durante su etapa en el instituto, cuando se obsesionó con perder peso.
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"Pasé un momento muy duro cuando tenía 16, 17 y 18 años. Empecé con mi desorden alimenticio cuando estaba en el instituto. No creo que fuese consecuencia de la fama, pero creo que definitivamente tuvo algo que ver con estar inmersa en ese mundo. Me sentí presionada. Fue una p***da. Se me notaban todas las costillas. No paraba de intentar seguir perdiendo peso antes de aparecer en una película y no podía decirme a mí misma: 'Para, ya lo has logrado. Esto da miedo'", confiesa la joven.
Por: Bang Showbiz
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