Lo de Taylor Swift con el gimnasio comienza a ser digno de un estudio sobre fenómenos paranormales. Una vez más, la cantante parecía recién salida de un anuncio de Coca-Cola de los años 50 más que de una sesión de entrenamiento. El misterio de su pintalabios a prueba de 'todo' se explicaría con un buen maquillador que siga a Taylor a todas partes, pero lo de su pelo perfecto supone ya todo un desafío a la lógica.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:01 p. m.