La lucha de Taylor Swift contra el chándal no conoce parangón. De hecho, es posible que la prenda deportiva no exista en su armario y que la angelical rubia ni siquiera cuente un par de mallas porque, de otra manera, no se explicaría que Taylor acuda todos los días al gimnasio de punta en blanco, con sus labios pintados de rojo y su melena perfectamente peinada.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:58 p. m.