A pesar de haber crecido en una familia católica, Salma Hayek es un espíritu libre que no entiende de normas en su relación con Dios. Tanto es así, que la actriz mexicana -que está en plena promoción de la película de animación 'The Prophet', que dirige- prefiere prestar atención a lo que el arte, la ciencia y la naturaleza le puedan ofrecer para estar en armonía con su espiritualidad.
"Soy una persona espiritual pero no soy una persona espiritual y religiosa. No quiero que nadie me diga cómo tiene que ser mi relación con Dios. A veces encuentro la espiritualidad en el arte o en la ciencia porque tratan sobre la fuente de lo que realmente somos. La espiritualidad trata sobre la creación y la exploración de lo desconocido. Me crié dentro de la religión católica, la respeto y aprendí muchas cosas buenas de ella. Creo en valores similares a los católicos. También me gusta mucho el Papa. ¡Me gusta mucho!", declaró al periódico The Guardian.
A pesar de su afecto por el Papa Francisco y de su búsqueda de la espiritualidad, las religiones le plantean serias dudas a la actriz mexicana ya que, para ella, son las causantes de las faltas de entendimiento entre los pueblos.
"Creo que a veces es la religión lo que nos hace estar separados. Si quitas la religión, si eliminas los países, la cultura, descubrirás que el ser humano es puro y que estamos unidos a quienes somos en realidad", afirmó.
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