La hija de los actores Demi Moore y Bruce Willis, Rumer Willis, era la candidata preferida de la cadena The CW para interpretar a la joven del Upper East Side neoyorquino Serena van der Woodsen en su famosa serie 'Gossip Girl', un papel que finalmente fue a parar a la entonces desconocida Blake Lively porque su 'anonimato' sería una baza que daría más credibilidad al personaje.
"Creo que en un principio la cadena nos vendió a Rumer Willis como Serena. Me encanta Rumer, se ha convertido en una actriz y en una persona maravillosa, pero para mí lo importante era proteger la inversión de la cadena en un show en el que unas chicas menos conocidas que ella consiguieron capturar mejor la esencia de la serie y mantenerla durante años", explica el director de casting David Rapaport a BuzzFeed.
Encontrar a la joven perfecta para encarnar a Serena supuso todo un desafío para el equipo.
"Le hice el casting a muchísima gente. Creo que al final pasaron a la última ronda Blake, Katie Cassidy, que ahora trabaja en la serie 'Arrow', y la chica que hacía de Serena en la portada de los libros de 'Gossip Girl'. Ni siquiera salía su cara, solo sus piernas, pero tenía sentido", añade.
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El papel de Blair Waldorf, para el que se llegó a considerar a Ashley Olsen, también supuso todo un quebradero de cabeza para David hasta que encontró a Leighton Meester, que le impresionó con su actitud.
"Leighton no se comportó como una zo**a, pero tampoco fue muy agradable o demasiado amable. Fue muy profesional e hizo muy bien su papel, y lo que más me gustó de ella es que aceptaba quien era. No estaba dispuesta a besarle el cu*o a nadie, y eso era muy propio de Blair".
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