El actor Robert Pattinson está muy agradecido a la "vanidad" que impera en Hollywood porque es la que le hace sentirse obligado a tener que entrenar y mantenerse en forma, pese a que cada vez note que esculpir su figura le cuesta más.
"Estoy agradecido a la vanidad que requiere este trabajo porque si no tuviera que estar en forma sería un cu** gordo. Antes podía comenzar a entrenar cuatro semanas antes de un trabajo y estaba todo bien. ¿Ahora? No ocurre nada. Tienes que someter a tu cuerpo. ¿Qué coñ* pasa?", declara el actor al periódico The Times.
Tanto le cuesta mantenerse en forma en la actualidad que cuando se abandona un poco le pasa lo que al resto de mortales -actores o no- que engordan. Y ese ha sido el motivo por el que este año se ha visto en la necesidad de veranear en un lugar remoto, alejado de miradas y objetivos indiscretos.
"Tuve que irme de vacaciones a un sitio raro y secreto este año porque tenía miedo de que alguien fotografiara mi tripa", revela.
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Y esas inseguridades no son solo físicas, Pattinson sufre enormemente cada vez que acomete un nuevo trabajo, ya que teme no estar a la altura de la película.
"Tengo un miedo permanente a ser descubierto y humillado como actor. Un mes antes de comenzar un proyecto mi mente comienza a preocuparse por un posible desastre. Es muy difícil no pensar que eres un fraude", añade en el diario británico.
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