Además de por sus acertados consejos y por su profesionalidad como mentor de nuevos artistas, el cantante Ricky Martin ha conseguido ganarse el aprecio de todos sus compañeros en la edición australiana del programa 'La Voz' gracias al encanto y al carisma que le han ayudado a convertirse en uno de los jueces más populares del concurso musical, una faceta de su carácter que marca también la relación que mantiene con sus alumnos detrás de las cámaras.
El ídolo latino puso de manifiesto una vez más su carácter cercano y su simpatía durante un viaje reciente a Nueva York con los concursantes de su equipo, en el que no quiso perder la oportunidad de lucirse como guía de excepción para disfrutar con ellos de algunos de sus lugares preferidos de la Gran Manzana, un sitio que conoce perfectamente tras haber residido varios años allí.
"No hay mucha gente que pueda decir que su primera visita a Nueva York ha sido de la mano de Ricky Martin. Después de que las cámaras terminasen de grabar, Ricky nos preguntó con toda naturalidad: '¿Tenéis hambre, chicos? Os voy a llevar a un lugar en el que vais a probar las mejores hamburguesas de toda la isla'", aseguró un emocionado Jackson Thomas, alumno del músico portorriqueño, al diario australiano Daily Telegraph. "Con él no hay dobles caras, lo que ves es lo que hay", sentenció a modo de alabanza para su famoso maestro.
El espontáneo comportamiento desplegado por Ricky parece contrastar notablemente con la actitud exhibida por otro de los famosos jueces del formato, el cantante Joel Madden -líder del grupo Good Charlotte-, quien sería en privado mucho más distante de lo que demuestra ante las cámaras.
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"Joel es un tipo muy guay. Pero desde luego no se tomaría la molestia de pararse a saludarte si no estás en su equipo. No tiene que hacerlo porque es Joel Madden", apuntó Thomas en la misma conversación.
La naturalidad de la que Ricky Martin hace gala tanto en su vida pública como en su ámbito más íntimo se debe en gran parte a su deseo de ser "completamente transparente" con sus admiradores, algo de lo que viene presumiendo desde que hiciera pública su homosexualidad. Por esa misma razón el cantante asegura sentirse orgulloso de ser un hombre sensible que no teme mostrar sus sentimientos ante los demás, pese a que durante su infancia no fuese precisamente ese el estereotipo de masculinidad que imperaba a su alrededor.
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"Siempre he sido un hombre sensible, un hombre que llora cuando tiene que hacerlo. De donde yo vengo, hay gente que todavía piensa que los chicos no deben sentir, que no pueden mostrar vulnerabilidad, pero yo no puedo ser así", confesaba recientemente al diario Irish Independent.