A pesar de los constantes rumores sobre su supuesta mala relación con la familia de Gerardo Bazúa, Paulina Rubio ya ha comenzado a estrechar lazos con los hijos de su actual pareja, Gerardo (10) y Sebastián (3) -fruto de su fallido matrimonio con Yuriko Sandoval-, invitándoles a disfrutar de su exclusiva casa de Miami (Estados Unidos).
"Sí, han estado en Miami. Acaban de regresar, fueron a visitar [a Paulina] una semana", confirmó el padre de Gerardo, Federico Bazúa, a la cadena TV Azteca, aprovechando de paso para desmentir la supuesta tensión que existiría entre Paulina y el círculo más íntimo de su novio: "Hace mucho que la conozco, es una relación normal. No hay nada extraordinario".
De lo que no ha querido hablar el padre de Gerardo es de los supuestos planes de boda entre su hijo y la artista mexicana, quien ya ha conocido formalmente a toda la familia de su pareja.
"Hace tiempo que están viviendo juntos. Si ellos están contentos no tengo nada que decir. Son cosas de ellos", añadió
Publicidad
Después de oficializar su divorcio de Nicolás Vallejo-Nágera -padre de su hijo Andrea Nicolás (3)- el pasado noviembre después de dos años separados, Paulina por fin es libre para rehacer su vida sentimental, comenzando por plantearse la posibilidad de pasar por el altar junto a Gerardo para dar un hermanito o hermanita a su pequeño Nico, el mayor perjudicado desde su punto de vista por el enfrentamiento legal de sus padres.
"Todavía no estoy divorciada. Ha sido muy difícil luchar con tantos problemas durante tanto tiempo para firmar los papeles. Es especialmente difícil para mi bebé porque necesita estar conmigo la mayor parte del tiempo, pero espero que poco a poco las cosas se tranquilicen y todo sea más equilibrado", revelaba Paulina el pasado mes de junio en una entrevista con su amigo Mario López.
Publicidad