La cantante Paulina Rubio ha decidido hacer borrón y cuenta nueva con su exmarido, el empresario Nicolás Vallejo-Nágera, olvidando las numerosas diferencias que en el pasado les enfrentaron en relación a la custodia de su hijo Andrea Nicolás (4) para limitarse a desearle ahora toda la felicidad del mundo.
"Si [mi exmarido] es un papá feliz, mi hijo va a ser feliz. Por eso le deseo lo mejor y es lo único que quiero", aseguró la mexicana al periódico El Universal.
Con este gesto de buena voluntad, la estrella latina espera poder acercar posturas con Colate y evitar que se repitan algunas de las desagradables situaciones que ha tenido que soportar en el pasado, como por ejemplo renunciar a pasar el Día de la Madre -que en su país natal se celebra el segundo domingo de mayo- con su pequeño porque no le correspondía esa fecha según el acuerdo de custodia.
"Me encanta celebrar esas cosas. Creo que en los dos últimos años, por el divorcio, no he pasado el Día de la Madre con mi niño. Pero creo que esos son los momentos en que te das cuenta de que el Día de la Madre es siempre, que no importa lo que pase, sino que festejas dar el amor a lo más preciado que tienes, que es tu semilla", añadió.
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Por su parte, Colate también ha dado muestras de querer enterrar el hacha de guerra con su exmujer al asegurar que, de ser cierta la noticia de que está esperando un hijo junto a su actual pareja, Gerardo Bazúa, se alegraría inmensamente por ella.
"No sé nada, pero si me dice que está embarazada, le daré la enhorabuena y le mandaré flores y mis mejores deseos", declaraba el español durante su comparecencia ante los medios en Ciudad de México para presentarse como concursante de 'Baila si puedes' de TV Azteca.
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