A estas alturas no resulta sorprendente que algunas de las figuras más reconocibles de la política británica hayan elegido España como destino de vacaciones, como ha demostrado en varias ocasiones el primer ministro David Cameron al visitar ciudades como Granada y Lanzarote, pero lo que está claro es que si el segundo hombre más importante del ejecutivo de Isabel II, el viceprimer ministro Nick Clegg, aparece todos los veranos en el norte de la península ibérica, es gracias a la influencia de la abogada vallisoletana más internacional del momento: su mujer Miriam González.
Como revela la propia Miriam, quien se encuentra estos días en su país natal para recoger un premio por su labor solidaria, su famoso marido no ha dejado de presumir ante sus colegas del parlamento de Westminster de los maravillosos paisajes de Asturias y de la tranquilidad que se respira en los ambientes tan íntimos que allí se encuentran, hasta el punto de que su esposa no ha tenido más remedio que pedirle que deje de recomendar la región a sus compañeros para que no se vea invadida por un exceso de turistas.
"Todos los años volvemos a Olmedo [Valladolid, pueblo natal de Miriam] para ver a la familia y descansar unos días, aunque aviso que no me gusta que saquen fotografías a mis hijos mientras estamos en el pueblo. Pero también puedo decir que iremos unos días a Asturias. Nick y yo estamos enamorados del norte, y él suele decir a sus compañeros y a otros parlamentarios que no hay nada más relajante y mágico que un paisaje asturiano. Le he dicho que es mejor no contarlo, porque dejará de ser tan especial. Lo mejor del norte es que te ofrece sitios muy discretos", confesó la reputada jurista al diario El Mundo.
Nick Clegg y Miriam González tienen tres hijos, Antonio (12), Alberto (10) y Miguel (5), que han heredado los mejores elementos culturales de las respectivas nacionalidades de sus famosos padres, por lo que se sienten tan a gusto con su ajetreada vida londinense como durante los períodos de vacaciones que pasan en la España natal de su madre. Por ello, Miriam asegura encantada que sus retoños siempre se han mostrado orgullosos de pertenecer a los dos países.
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"Mis hijos se sienten tan españoles como británicos. Hablan perfectamente los dos idiomas y dividen su tiempo entre los dos países. Yo voy a España bastante a menudo también, para ver a mis familiares y amigos, así que no tengo demasiado mono de ir a casa", apuntó en la misma conversación, antes de descartar que la familia Clegg vaya a instalarse en la península ibérica cuando el viceprimer ministro se retire de la política activa.
"Lo de residir aquí no lo veo muy claro, no lo sé, porque cada vez que he hecho planes de este tipo nunca me han salido bien. No podemos planificar a largo plazo ahora mismo. Además tenemos hijos y ellos siempre son lo primero", aseveró.
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