Aunque en los próximos meses Mila Kunis dedicará todo su tiempo al mayor reto que hasta el momento le ha presentado la vida -le quedan escasos meses para debutar en la maternidad-, la joven actriz sigue estos días en activo y, de hecho, en los próximos días estrenará una de las "películas más especiales" de su versátil trayectoria cinematográfica: 'The Third Person'.
A diferencia de las "chicas convencionales" y sencillas a las que ha tenido que dar vida en el pasado, en este drama lleno de realismo la intérprete se pone en la piel de una atribulada mujer que no deja de batallar con su expareja -interpretado por James Franco- por la custodia de su hijo de dos años, al tiempo que intenta superar todo tipo de problemas económicos. Pese a la naturaleza pesimista que parece desprenderse de la cinta, a Mila le "encanta" verse confrontada con este tipo de papeles "complejos" que le ayudan a evolucionar como actriz.
"Sinceramente, no es que sea masoquista, pero el hecho de que esta mujer no deje de sufrir los contratiempos de la vida fue muy interesante para mí a nivel profesional. Estaba cansada de interpretar a las chicas simples y convencionales que me han propuesto en algunos trabajos, así que puedo decir que esta es una de las películas más especiales de las muchas en las que que he participado. Me encanta aprender a través de papeles complejos que me pongan las cosas difíciles. Esa es la única manera de mejorar", aseguró la artista a la revista digital YourTango.
La extrovertida estrella está convencida de que el amor que siente por su personaje le llevó a sumergirse por completo en su tormentosa existencia cada vez que las cámaras empezaban a rodar, pero afortunadamente Mila también era capaz de desconectar por completo de tan pesimista universo interior en cuanto llegaba a casa y su prometido la esperaba con la cena preparada.
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"Puedo decir que me siento muy vinculada a mi personaje, comprendo sus miserias y las dificultades que ha tenido que atravesar porque todos hemos vivido experiencias parecidas. Pero tampoco he llegado demasiado lejos, he sido capaz de olvidarme por completo de ella al regresar a la vida cotidiana. Atravesaba la puerta de casa y le decía a mi chico '¿Qué hay para cenar?' como si no hubiera pasado nada", concluyó.