La pasión de Mark Wahlberg por el ejercicio físico no tiene límites. El actor no rompe su rutina deportiva ni cuando tiene que desplazarse a otros lugares por exigencias de su profesión, ya que es capaz de adaptar una habitación de hotel y convertirla en su particular gimnasio. Esta estricta rutina de Mark empieza a las 2:30 de la mañana, hora a la que se despierta seis días a la semana para hacer ejercicio durante dos horas antes del desayuno, y concluye a las 8 de la noche, cuando se va a dormir.
El periodista Piers Morgan recordaba en la revista Event una reciente visita a casa del actor: "Hablamos sobre el famoso régimen deportivo de Mark. Me contó que cuando está rodando fuera de casa su equipo destripa una habitación de hotel y crea un gimnasio privado para él. 'Háblame sobre cómo es un día normal cuando estás rodando', le dije. Y me contestó: 'Me despierto a las 2:30 de la mañana y hago una hora de entrenamiento duro de 3 a 4 de la mañana, con descansos de diez segundos. Luego nos vamos a alguna cancha de baloncesto y jugamos un dos contra dos durante una hora. Vuelvo al hotel a las 6 de la mañana y me tomo un plato de pollo y verduras antes de ir al set de rodaje a las 7 de la mañana. Hago 500 sentadillas al día en el autobús para mantenerme fresco. Termino de trabajar a las 6 de la tarde, me vuelvo al hotel y hago 45 minutos de boxeo. Luego ceno y me voy a la cama a las 8 de la tarde'".
Sin embargo, la vida de Mark, que únicamente se da un descanso los domingos para acudir a la iglesia, no siempre ha sido tan saludable y organizada como lo es ahora a sus 43 años; siendo adolescente fue arrestado en numerosas ocasiones. A los 13 años era adicto a la cocaína y a los 16 estuvo en la cárcel tras asaltar a un hombre.
Actualmente, el intérprete, padre de Ella (11), Michael (8), Brendan (6) y Grace (5) junto a su mujer Rhea Durham, admite que está asombrado con el enorme cambio que ha conseguido dar a su vida.
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"'¿Habías imaginado en tus mejores sueños que tu vida terminaría siendo así, Mark?', le pregunté mientras estábamos en su bodega. '¡No! Debería estar enterrado en este sótano, no siendo su dueño'", relataba Morgan.
Por: Bang Showbiz
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