La actriz Luisana Lopilato y su marido, el cantante Michael Bublé, vivieron uno de los momentos más duros de su vida el pasado mes de julio cuando su hijo Noah (2) sufrió un accidente doméstico -en el que sufrió quemaduras en el 6% de su cuerpo- sobre el que la argentina ha ofrecido ahora por primera vez detalles afirmando que fue algo "inevitable".
"Me pregunto muchas veces por qué pasó esto, pero fue inevitable. [Noah] trepó en un segundo a la mesa -yo estaba a su lado- y se tiró agua caliente encima. En un momento dado los médicos me dijeron que tendrían que hacerle un injerto, pero gracias a Dios fue cicatrizando poco a poco. Tendrá que usar bandas elásticas que aprietan durante mucho tiempo para que no le queden marcas. Tengo que hacerle curaciones y sufro porque le duele y se queja", revela la intérprete en una entrevista a la revista Luz.
A pesar de la angustia que vivió durante los días que su pequeño pasó ingresado en el Hospital Alemán de Buenos Aires (Argentina), Luisana -que está esperando su segundo hijo junto a Bublé- también tuvo tiempo para darse cuenta de la suerte que había tenido su familia al comparar su situación con la de otros padres.
"Intento estar bien siempre. Soy bastante positiva y tengo esperanza de que va a estar todo bien. Por el accidente que tuvo, Noah estuvo internado en el hospital donde compartía planta con niños con enfermedades terminales, y yo me preguntaba: '¿Cómo hacen estos padres para levantarse todos los días y respirar?'. Trato de no pensar en eso, creo que en esos momentos uno saca la fuerza de algún lado", añade.
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