La buena química que hay entre los hijos que Britney Spears tuvo con Kevin Federline, Sean Preston (9) y Jayden (8), y el novio de la cantante desde hace seis meses, Charlie Ebersol, es evidente, por eso no dudan en pasar juntos cuanto tiempo pueden.
"Se llevan con él muy bien y se divierten juntos. Es refrescante tenerlo cerca y muy divertido", aseguró la cantante a la revista People.
Aunque la carrera de la cantante esté atravesando un buen momento, Britney reconoce que sus hijos son lo más importante para ella, por ello se preocupa de crearles una rutina diaria que incluye juegos, fútbol y gimnasia, además de sus correspondientes deberes escolares, a los que pueden llegar a dedicar hasta tres horas cada tarde.
"Mis hijos son lo primero en mi vida, y punto. Sus tareas del colegio son la prioridad. Tenemos un sistema de recompensa que les ayuda a estar motivados: si consiguen una cantidad de sobresalientes, les doy un juguete al mes", afirmó.
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Dentro de la educación que Britney se esmera en dar a sus hijos también se incluye el compartir tareas domésticas, como sacar la basura o pasear a los perros, pequeñas aportaciones por las que la artista se plantea ya darles una pequeña remuneración.
"Preston ha pedido una paga muy alta, de 10 o 20 dólares a la semana, pero ya veremos", afirmó.
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Britney tiene claro que aunque los niños tengan edades muy similares, sus personalidades nada tienen en común.
"Preston tiene mucho carácter, es muy expresivo, y si no le gusta algo te lo va a decir. Pero tiene un corazón enorme, es un buen niño y tiene modales. Jayden es dulce, habla sosegadamente, es algo gracioso. Es adorable. El niño de mama".
Las palabras de Britney dan buena muestra de la situación en la que se encuentra.
"Nunca he sido tan feliz. Me encuentro muy bien. Soy una afortunada", concluyó.
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