Pese a haber gastado 5.6 millones de euros (7.5 millones de dólares) en las obras de rehabilitación de su vivienda de 20 habitaciones en el palacio de Kensington, el príncipe Guillermo y su mujer Catalina no terminan de estar a gusto en ella, por lo que están ya planeando mudarse a Norfolk (este de Inglaterra).
Los duques de Cambridge residirán en Anmer Hall, mansión ubicada en pleno campo, regalo de la reina Isabel II a su nieto Guillermo por su 30 cumpleaños. Allí, junto a su hijo el príncipe Jorge, pasarán al menos dos años, mientras Guillermo trabaja en el servicio aéreo de rescate de Anglia Oriental.
Pese a esta probable mudanza, el palacio de Kensington continuará siendo su residencia permanente.
"Guillermo y Catalina no son gente de ciudad, prefieren el campo y echan mucho de menos Anglesey [al noroeste de Gales, donde vivían anteriormente]. Están deseando moverse a Anmer Hall. Todas las cosas de Jorge las llevarán allí. Será su casa familiar, aunque Guillermo me ha dicho que el palacio de Kensington continuará como su vivienda permanente", contaba un allegado del príncipe al periódico Mail on Sunday.
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El mayor atractivo de Anmer Hall -localizada a solo 3 kilómetros de la residencia de la reina en Sandringham- es su privacidad, ya que ahí los duques pueden disfrutar de la tranquilidad de la que les privan los fotógrafos que rodean los jardines de su casa londinense.
"Les encanta la vida tranquila que llevan ahí. De alguna manera se sienten prisioneros en el palacio de Kensington. Anmer va a ser perfecto durante los próximos dos años", añadió la fuente.
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La propiedad se encuentra actualmente en obras; cuyo valor ascenderá a 1.8 millones de euros (2.5 millones de dólares).