Lindsay Lohan vuelve a coquetear con la bebida

Desde que pusiera fin a su último tratamiento de desintoxicación a finales del año pasado y prometiera mantenerse alejada del alcohol para siempre, varias han sido ya las ocasiones en las que la problemática Lindsay Lohan (27 años) ha sido acusada de incumplir sus compromisos para relajarse discretamente con una copa en las manos.La última de ellas tuvo lugar el pasado fin de semana durante el festival de música de Coachella (California), donde la pelirroja actriz no habría dudado en consumir vodka junto a su hermana pequeña Aliana (20) mientras ambas disfrutaban de la actuación del artista Kid Cudi."Lindsay estaba completamente fuera de sí, bebiendo vodka sin parar y encadenando un cigarrillo detrás de otro. Se lo estaba pasando en grande con su hermana Aliana y varias amigas, y ninguna de ellas se atrevió a pararle un poco los pies para que dejara de consumir alcohol a semejante ritmo", aseguró un testigo de la escena a la revista InTouch.Aunque la semana pasada Lindsay protagonizó uno de los episodios más controvertidos de su programa de telerrealidad -espacio que narra su proceso de adaptación a la vida cotidiana tras su paso por rehabilitación- al confesar que había estado tomando unas copas de vino con su madre Dina y asegurar que jamás volvería a recaer en el alcohol, la artista no habría tenido ningún interés esta vez en disimular su gusto por el vodka durante un fin de semana lleno de música y excesos."Nos sorprendió mucho que Lindsay no tratara de ser un poco más discreta al haberse atrevido a tomarse varias copas, pero lo cierto es que incluso lanzó un grito a una de sus amigas para que no se olvidara de traerle otra bebida cuando fuera a la barra del bar. En todo momento, Lindsay bailaba desaforadamente y se agarraba a su vaso como si fuera lo más importante de su vida. Daba unos tragos muy largos y parecía estar completamente embriagada por el alcohol", reveló el mismo informante.

Lindsay Lohan vuelve a coquetear con la bebida

La controvertida artista habría aprovechado su visita al festival de Coachella para disfrutar sin limitaciones de su afición al vodka