En su peor etapa, cuando su adicción al alcohol y las drogas estuvieron a punto de acabar con su carrera y con su vida, Demi Lovato encontró la motivación para enfrentarse a sus problemas y superarlos pensando en su hermana pequeña, la también actriz Madison De La Garza, quien en aquella época era aún una niña pequeña a quien temía no volver a ver nunca más.
"Hubo unas cuantas intervenciones de mi familia y amigos, pero en la última todos me advirtieron: 'Ya no seguiremos diciéndote que vamos a marcharnos, ahora lo haremos'. Fue entonces cuando me di cuenta de que necesitaba ayuda y de que debía rehabilitarme. Sabía que aquella vez había tocado fondo y que tenía que hacerlo por mí. Sabía que aún me quedaba mucha vida por delante, pero una de las principales razones que me empujó a tratar de estar sobria fue mi hermana pequeña, mi deseo de poder estar cerca suyo porque mi madre y mi padre me dejaron muy claro que no podría verla si seguía consumiendo", ha confesado la artista acerca de uno de los momentos más duros de su vida en una entrevista al programa 'The Jonathan Ross Show', en el que se muestra muy optimista acerca de su futuro y del nuevo centro de rehabilitación que ella misma ha abierto.
Aunque afortunadamente su paso por una clínica especializada y muchas terapia consiguieron que la intérprete se recuperara, eso no quiere decir que actualmente no deba seguir trabajando duro para no perder de nuevo el norte.
"A días en los que te toca enfrentarte a la tentación, pero cada vez me sucede menos y menos a menudo. Llevo cinco años y medio sobria y poco a poco va resultándome más sencillo. Desde luego ahora es más fácil que al principio y a días enteros en los que ni siquiera pienso en ellos".
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Pese a su increíble recuperación, Demi prefiere no tentar a la suerte demasiado y mantenerse alejada de la tentación.
"Trato de no exponerme a situaciones en las que sé que habrá mucho alcohol o incluso drogas, intento no estar cerca de ellas".
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Por: Bang Showbiz