No parece que Kim Kardashian y Kanye West vayan a seguir con la broma de darle a su nuevo hijo un nombre basado en un punto cardinal. Según ha contado una fuente a TMZ la pareja optó por el nombre de North para su primera hija por el elemento de 'poder' que tenía el apelativo. Ya que ese punto cardinal siempre está en la parte superior y ningún otro punto puede igualar eso.
Así, tanto Kim como el rapero preferirían esta vez darle a su bebé un nombre más tradicional, con algo de herencia familiar, probablemente conectado con sus padres fallecidos, Robert en el caso de Kim y Donda, en el de Kanye.
Aunque la pareja aún no conoce el sexo del bebé, que nacerá en diciembre, espera que el recién nacido sea varón.
"Quieren un niño", reveló una fuente cercana a Kim a la revista Us Weekly.
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Y mientras Kim sigue adelante con su embarazo, se prepara mentalmente para las críticas que sabe que recibirá cuando aumente de peso, tal como le pasó durante el embarazo de North -quien ya tiene 23 meses-, aunque le gustaría que esta vez no fuera así.
"No quiere que la vuelvan a atacar", añadió el informante.
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A la estrella, que superó una preeclampsia durante su primera gestación, los comentarios sobre su figura durante su primera maternidad le resultaron muy hirientes, hasta el punto de afectar a su forma de comportarse.
"Me duelen mucho. Me hicieron cambiar cómo soy en público. He intentado llevar una vida más privada. Mi cuerpo se volvió loco. Después de cinco meses prometí que nunca me volvería a quedar embarazada. Me puse tan enorme que sentía como si alguien se hubiera apoderado de mi cuerpo", confesaba a Jay Leno en 'The Tonight Show' en octubre de 2013.