La pasada noche un avance del reality 'Keeping Up with the Kardashians' revelaba que Kim Kardashian y Kanye West iban a tener otro hijo, hermanito o hermanita de la pequeña North (23 meses).
"Estamos más que emocionados", cuenta Kim en el número de julio de la edición estadounidense de la revista Glamour.
Durante toda la presente edición del reality se ha visto a Kim tener dificultades para concebir porque lejos de querer esconder sus problemas, Kim pensó que su situación podría ayudar a otras mujeres en su misma situación.
"No sabía que iba a ser tan abierta con mis problemas de fertilidad, pero encontrarme en la consulta de mi médico con otra gente que está pasando por lo mismo me hizo pensar: ¿por qué no compartir mi historia? Ha sido todo muy emotivo", asegura.
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No ha sido nada fácil para la guapa Kim, que a lo largo de todos estos meses ha ido peregrinando de médico en médico y recibiendo diferentes opiniones.
"Un doctor me dijo que tendría que sacarme el útero después de tener otro bebé. Solo podría tener uno más. Otro me decía que tenía que conseguir un vientre de alquiler. Otro decía que no, que estaré bien. Luego llamaba a mi médico y me decía: '¿Sabes qué? Creo que lo superaremos'. Hubo momentos en los que salía del médico llorando como una loca y otros en los que me decía a mí misma que todo parecía ir bien, que seguro que acababa siendo ese mes. La espera ha sido toda una montaña rusa", añade en la publicación.
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