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La flamante señora West no solo se ha dedicado a disfrutar de sus merecidas vacaciones durante su actual estancia en Nueva York, ya que aprovechó una de las muchas horas libres que tiene en estos momentos para cultivar su faceta más espiritual junto a su hermana Kourtney y su cuñado Scott Disick. Luciendo uno de esos escotados vestidos negros que suelen definir su vestuario habitual, la estrella televisiva acudió sin pudor alguno a una iglesia de la Gran Manzana, aunque probablemente se abrochó la chaqueta antes de acceder al templo.
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