La estrella televisiva Khloé Kardashian sufrió un derrumbamiento emocional después de la muerte de su padre Robert Kardashian a consecuencia del cáncer en septiembre de 2003 que le llevó a sumergirse en un estilo de vida de desenfrenado para olvidar su dolor.
"En el funeral, cuando vi a mi padre en el ataúd me derrumbé por completo. No recuerdo los detalles, pero aparentemente estaba destrozada emocionalmente y me dijeron que estaba tan consternada que llegué a desmayarme. En algún momento me tiré al suelo y me puse a dar golpes y a gritar y me tuvieron que sedar. Fue muy intenso. Me negué a creer que mi padre se había ido. Solo quería creer que era un mal sueño. Ahí es cuando empecé a salir de fiesta", confiesa en su libro 'Strong Looks Better Naked'.
El año pasado Khloé tuvo que lidiar con otro traumático episodio en su vida cuando Caitlyn Jenner -anteriormente conocida como Bruce Jenner, padrastro de Khloé- anunció a su familia su decisión de someterse a un cambio de sexo, una noticia que le hizo sentir que perdía una segunda figura paterna.
"Me deprimía pensar que nunca llegamos a conocer a los demás, ni siquiera a las personas más cercanas a nosotros, y que normalmente hacemos suposiciones o juicios basados en información errónea o en medias verdades. Recordad: las personas heridas suelen hacer daño a otras. Dicho esto, fui culpable de hacer lo mismo con Bruce. Había perdido a mi padre y estaba perdiendo también a Bruce. Bruce quería ser mujer y podía imaginar lo que debía estar pasando. Mi corazón estaba con él, pero vi la transformación como una gran pérdida", cuenta.
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