Aunque a sus 18 años ya ha desfilado para firmas tan prestigiosas como Givenchy y Chanel, Kendall Jenner siente que la trayectoria pública de la televisiva familia Kardashian le dificulta notablemente la tarea de desarrollar una respetable carrera en la competitiva industria de la moda.
Tanto es así, que la hija de Kris y Bruce Jenner, quien hace pocas semanas hacía pública su decisión de no participar en más entregas del programa de telerrealidad que protagoniza junto a sus familiares, 'Keeping Up With The Kardashians', asegura ahora sentirse mucho más feliz y realizada cuando no la relacionan con sus seres queridos.
"La gente cree que el éxito vino a mí, pero no es así. En todo caso, el éxito me lo ha puesto todo en contra. Tengo que trabajar más duro que el resto para llegar adonde quiero porque la gente, cuando ve mi nombre, no me toma en serio. De hecho, en muchas pruebas a las que he ido no me han seleccionado por culpa de mi apellido. Por eso, cuando alguien no me reconoce me siento genial, y es como: 'Por favor no me reconozcas ¡Gracias!'", confesó la modelo a la revista Love.
La negativa influencia que los apellidos Kardashian y Jenner podrían ejercer en el futuro laboral de Kendall habría llegado a niveles tan dramáticos, que la maniquí le ha pedido a la más reconocible de sus hermanas, Kim Kardashian (33), que no acuda a ninguno de los desfiles en los que participe para estar así lo más alejada física y profesionalmente de todo lo referente al imperio mediático de su familia.
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"Kim estaba invitada a muchos de los desfiles en los que yo participaba. Me llamó antes de ir y me preguntó si quería que viniese, y yo le dije que no", aseguró Kendall en la misma conversación.