La guapa actriz británica sorprendió a muchos luciendo el año pasado en su boda con James Righton un traje de Chanel de color rosa palo que ya había utilizado en la fiesta previa a los premios BAFTA del año 2009. La razón por la que Keira Knightley no quiso estrenar vestido fue que prefirió llevar una prenda que tuviera para ella un valor sentimental.
"Era algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul. Y tuve algo viejo: el vestido. Pero es un vestido con el que siempre me lo he pasado muy bien. Cada vez que me lo he puesto he tenido noches estupendas. Además, quería poder bailar toda la noche y puedes hacerlo con ese vestido", reveló la artista a la revista Red.
Pero Keira no olvidó la máxima de la boda, haciendo que todos sus accesorios cumplieran los "requisitos" para una vida de felicidad y amor.
"Los zapatos y la chaqueta eran muy bonitos, diseños de Karl Lagerfeld, hechos especialmente para mí. ¡Así que eran totalmente nuevos! Una amiga me dejó un anillo, que sería lo azul, y otra amiga me dejó un collar, que fue lo prestado", añadió.
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