Aunque la cantante Katy Perry intenta llevar una dieta lo más sana posible mientras se encuentra de gira, es incapaz de resistirse a robarle una porción de pizza a los miembros de su equipo cuando les ve comiendo entre bambalinas
"Al principio siempre contrataba a una persona para que preparara platos sin lácteos y con muy poco gluten. Pero después de cien conciertos me puse en plan: '¡Vamos a comer pizza!'. Intento comer lo más sano posible mientras estamos en la carretera, pero el resto del equipo siempre tiene una o dos pizzas, así que le digo a cualquiera de ellos: 'Dame un trozo, tío. Te dejaré dormir una hora más si me lo das'", explicó la intérprete a la revista OK!
Además de sus hábitos alimenticios, el gran secreto detrás de la incombustible energía de Katy sobre el escenario es su particular rutina de sueño.
"Duermo un montón, de ahí es de donde saco mi energía y mi aspecto juvenil. Pero mis horas de sueño son muy extrañas. Funciono de nueve a cinco, pero no de la manera convencional, sino de nueve de la noche a cinco de la madrugada. Mi día comienza alrededor del mediodía y termina sobre las tres de la madrugada. Siempre me lleva una hora levantarme, no paro de presionar el botón del despertador para dormir cinco minutos más. ¡Soy terrible! Generalmente, cuando me levanto, me someto a una sesión de acupuntura o algo así, y luego hago estiramientos y deporte. Después me ducho y empiezo a prepararme, con todos mis potingues y demás", añadió.
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