Para el rapero Kanye West, el racismo es un "concepto anticuado" y que no sirve para nada más que para "separar y alienar" a la gente, por lo que lo considera totalmente "estúpido".
"El racismo es un concepto anticuado. Es un estúpido concepto que la gente utiliza para referirse a otros... para separar, alienar y señalar cualquier cosa. Es estúpido. Es como lanzar una bola en una habitación con dos gatos cuando a ti no te apetece jugar con el gato. [Los gatos] literalmente se pelearán por la bola. Y la bola no tiene nada, ni un propósito más que ese: botar. Eso es el racismo. No es ni siquiera una cosa que signifique algo", explicó el artista a Clique TV.
El marido de Kim Kardashian -padre de North (20 meses) junto a su esposa- también quiso compartir su visión cristiana del poder, así como su peculiar creencia de que él es un "siervo", condición que le hace poderoso porque la gente no está interesada en que se autoproclame deidad.
"Cuanto más poder tienes, menos rey eres; y cuanto más siervo seas, más poder tendrás. Nosotros somos siervos. Estamos proporcionando un servicio con esta entrevista. A lo mejor la gente lo será - no quiero asumir lo que sacarán de todo esto- pero es cuando yo entendí cuál era mi posición, cuando las puertas se abrieron. Literalmente es como desbloquear un código. Y cuando estoy llamando a la puerta y digo: 'Soy un dios', o algo parecido, todo el mundo se queda como: 'Vale, bien, dios, quédate ahí fuera'. Pero si llego y me preocupo por ti, cuando alguien diga: 'Me gustaría barrer tu suelo para ti', todo el mundo diría: 'Muy bien, genial, vamos, necesito mi suelo barrido'. Posicionarte como un siervo, porque eso es todo lo que somos, somos siervos de Dios. Esta es mi visión del cristianismo", añadió.
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