La prioridad en la vida de la cantante Julieta Venegas es sin duda su hija Simona (5) -fruto de su relación con su expareja Rodrigo García Prieto- por lo que al llegar a casa su vida profesional queda relegada a un segundo plano, de hecho la pequeña ni siquiera conoce sus canciones.
"A mi hija no le pongo mis canciones. No acostumbro a hacerlo en casa. El proceso de hacer un disco es intenso y me encanta, pero ya que termino mi trabajo, cuando llego a mi hogar es otra cosa; quiero oír otra clase de música. Además, también estoy descubriendo qué le gusta a mi hija", confiesa la intérprete a la edición mexicana de la revista GQ.
Desde que llegara Simona, la vida de la artista ha dado un giro de 180 grados, ya que ahora todo su tiempo y sus compromisos giran en torno a la pequeña.
"Sí cambia [la vida]. Un hijo te amplía la visión del mundo. A mí, por lo menos, me ha aligerado mucho. Mis prioridades se movieron. Me he vuelto más disciplinada, sobre todo porque debo organizarme más para tener tiempo para mi hija", añade Julieta.
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La intérprete de 'Limón y sal' perdió en 2014 la batalla legal contra su expareja Rodrigo García Prieto por la custodia de su hija. Según la sentencia, el padre de la pequeña tiene derecho a verla y a que esta lleve sus apellidos.