La popular humorista Joan Rivers -que falleció hace 11 meses a los 81 años- enloqueció al enterarse de que su hija Melissa había rechazado una oferta de 500.000 dólares por desnudarse para la portada de la revista Playboy, y a menudo bromeaba con su público sobre ello diciendo: "¡Qué nervio el de esa p**a! ¡Bájate las bragas y enséñales el co*o!".
"Mi madre se enfadó mucho por el hecho de que yo no quisiera salir en Playboy... ¡Se puso como loca por que no lo fuera a hacer! Pero yo dije: 'De ninguna manera'. Vivimos en un mundo digitalizado. No quiero a los amigos de mi hijo diciendo: 'Tío, le he visto las tet*s a tu madre'", cuenta Melissa en el periódico The Times.
Pero a pesar de no estar de acuerdo con todo lo que su madre le recomendaba hacer, la productora de televisión -que ha escrito una biografía sobre la vida de su madre titulada 'The Book of Joan: Tales of Mirth, Mischief, and Manipulation' (El Libro de Joan: Cuentos de Risas, Travesuras y Manipulación)- sí que valoró el consejo que le dio su progenitora sobre cómo envejecer bien.
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"Claramente soy una fan del bótox y los rellenos, y quien diga que no, está mintiendo. No quiero convertirme en una persona mayor que dé miedo, pero ¿hasta dónde estaría dispuesta a llegar? No lo sé. Mi madre siempre decía: 'Es mejor estar joven saliendo de un coche viejo que estar viejo y saliendo de un coche nuevo".
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